Mohammad Abdel Wahab nació en
el Cairo en el año 1902. Fue un afamado compositor que, manteniendo las
características fundamentales de la música tradicional árabe, supo introducir
instrumentos y variaciones propias de la música occidental en un momento en que
la industria del disco estaba en pleno auge. Fue conocido por sus “modernismos”
al introducir las castañuelas, el violoncello y el contrabajo en la música
oriental, así como por su voz suave y aterciopelada y sus poses románticas.
Mohammad
fue recitador de una mezquita en El Cairo pero siendo ya adolescente se
apasionó por el teatro cantado y comenzó a trabajar como niño prodigio en pequeñas compañías,
creándose una excelente reputación como imitador de un importante Shayj
(intérprete de canciones religiosas
musulmanas) cairota.
Desarrolló principalmente el género del “monólogo”, que se puso de moda durante los años
20-30 en Egipto y que designaba una modalidad de canto compuesto y no medido en
dialecto cairota. La percusión en el monólogos es bastante discreta y
frecuentemente hace uso de modos musicales heredados de la cultura otomana.
Este estilo musical, durante los años 20 acostumbraba a tratar temas sociales y
cómicos para, posteriormente, tratar textos más bien románticos y
sentimentales.
Fue el compositor principal de
Oum Kalthoum aunque también compuso para otros cantantes (Abdel Halim Hafez,
Asmahan, Fairuz o Warda entre otros), así como para él mismo. Al igual que su
coetáneo Farid Al-Atrash, también fue instrumentista, intérprete de laúd.
Entre
sus obras más importantes destacan “Fakkarouni”, “Ana Fintizarak” y “Enta Omri”
(“Tú eres mi vida”), un himno de la música árabe que fue interpretado por la
gran cantante Oum Kalthoum, “Aziza” (tema instrumental), “Ya msafer wahdak” o
“Leylet hobb” (“Noche de amor”).
Finalmente, falleció en Egipto el año 1991, habiéndose
ganado una gran fama como uno de los mayores compositores de música árabe.