Fifi Abdo nació en 1947 en la provincia de El Monufia, al
Noreste de Egipto. Pasó toda su infancia en el pueblo. Hija de una familia
humilde, no pudo asistir a la escuela y comenzó a trabajar a una edad muy
temprana, aunque siempre se sintió atraída por la danza.
Cuando
cumplió 20 años decidió marcharse del pueblo y dejar atrás a su familia.
Comenzó
a trabajar como bailarina a principios de los 70, contratada por representantes
artísticos que programaban bodas y otros eventos, bailando en bodas acompañada
por un grupo de músicos y se hizo con una muy buena fama en muy poco tiempo.
Muy pocos meses después ya estaba actuando en los mejores
locales de El Cairo, donde contaba con un público muy fiel.
En 1972 le ofrecieron el primer contrato para trabajar en
el cine y también las mejores cadenas hoteleras quisieron que bailara para
ellos, ofrecimientos que ella aceptó. Así surgió una cierta rivalidad con las
bailarinas Nagwa Fouad y Suher Zaki, ya que Fifí llegó a ocupar un lugar muy
importante en la danza oriental, trabajando con actores muy reputados.
A principios de los años 90 se interesó por el teatro y le
llovieron las ofertas de guiones, aunque ella sólo aceptó uno, que tuvo gran
éxito en Egipto. Fifí ha sabido innovar en el teatro musical, elaborando un
espectáculo concebido para el público árabe, donde toda la familia asiste para
disfrutar de una mezcla de comedia,
drama musical y danza, hecho que ha supuesto una renovación para el teatro
musical.
Fifí ha sido muy admirada e incluso ha llegado a sufrir el
acoso de algún fanático. De hecho, ha tenido que llegar a suspender alguna
función por agotamiento ya que ha llegado a preocuparse mucho por este motivo,
hasta el punto de no poder dormir por las noches.
En la actualidad, Fifí figue siendo la reina del teatro
musical, encadenando un éxito tras otro.